El crack azulgrana es muy consciente de que la mejor respuesta posible ante el intento de campaña de desprestigio es la indiferencia, por lo que, a pesar de sentirse molesto, piensa guardar silencio.
Por mucho que intenten cubrirlo con una cortina de humo, en Madrid no llevan muy bien la superioridad del Barça y los cinco puntos de ventaja en la Liga. Desde la capital han iniciado una campaña de desprestigio contra el mejor jugador del mundo con el único fin de salvar la imagen de Cristiano Ronaldo. El problema es que mientras Leo Messi es un ejemplo dentro y fuera del campo, la fama que precede al portugués hace un tanto complicado que su empeño llegue a buen puerto.
Después de que el luso le rompiera la nariz a Patrick Mtiliga durante un lance del Madrid-Málaga de la pasada jornada de Liga, desde el club blanco han escudado la defensa al delantero en el forcejeo entre Leo y Marc Valiente en el partido Barça-Sevilla de Liga del pasado 16 de enero. Un hecho que ha colmado la paciencia del club azulgrana así como del propio Balón de Oro. Sin embargo, el argentino está por encima de todas las polémicas y, como no podía ser de otro modo, no está dispuesto a entrar en el juego y dar pie a que se sigan haciendo comparaciones absurdas.
Leo no se ha pronunciado sobre el tema ni tiene ninguna intención de hacerlo. Le basta con saber que cuenta con el apoyo incondicional de todos los suyos. El Comité de Competición no cayó en la trampa, pero aún así tuvo la consideración de no ver intención de agresión en el gesto de Cristiano. Pero no contentos con eso, el Madrid volverá a la carga e intentará convencer al Comité de Apelación para que le rebaje la sanción. Si habitualmente Leo hace gala de una discreción extrema, en esta ocasión no va a hacer una excepción. Sabe que quieren utilizarle y para evitarlo se mantendrá ajeno a todo.
Sin ir más lejos, el rosarino aprovechó el día de ayer para estar tranquilo en casa, en familia, y salir un rato a pasear por la montaña acompañado de su perro, un boxer de raza que se ha convertido en su hobbie favorito.
Sus compañeros de vestuario sí le han comentado sus impresiones sobre el caso, un gesto que Leo ha agradecido puesto que, una vez más, ha sentido el cariño de su entorno.
Mientras el vestuario azulgrana ha hecho piña para proteger al crack, los jugadores del Madrid no se han quedado callados. Ayer fue Sergio Ramos quien opinó que la sanción a Ronaldo era injusta y añadía que “Messi tuvo la suerte de no darle en la cara al rival, mientras que Cristiano tuvo la mala suerte de romperle la nariz”.
De lo que está convencido el Balón de Oro es que su acción no tiene nada que ver con el codazo que el portugués le propinó al defensa del Málaga. Aún más teniendo en cuenta que Valiente se incluye en la lista de amigos del argentino, con el que coincidió durante muchas temporadas en las categorías inferiores del FC Barcelona. Es más, en las últimas horas, los dos jugadores han hablado por teléfono y el sevillista le ha dado la razón a Messi.
La injustificada campaña iniciada desde el club blanco ha sentado muy mal al Barça y al entorno del jugador, que se siente molesto y decepcionado respecto al Real Madrid, al no entender que hayan utilizado su imagen y, de este modo, hayan roto un código interno entre las dos entidades para trata de salvar a Cristiano.
"No hay duda q el club blanco, q de blanco nada mas tiene el uniforme por que esta demostrado que solo trata de dañar la imagen de leo messi y creen que los otros jugadores son iguales q los de ellos de prepotentes y creyendose los mejores, Leo es y sera ejemplo de eljemplos y ya lo dijo valiente el jugador del sevilla dejando en ridiculo sus declaraciones "
