Para Leo era un gol especial, el primero con la ‘selección mayor’ en suelo argentino y por eso se lo quiso dedicar a alguien muy especial para él.
Tan sólo habían transcurrido seis minutos del Argentina-Uruguay y el Monumental de Buenos Aires se aprestaba a vivir otro duro encuentro de las eliminatorias mundialistas. Para Alfio Basile y los suyos la presión era máxima tras cinco partidos sin conocer el triunfo. En estas, apareció Lionel Messi en el segundo palo, libre de marca, para remachar de cabeza, con habilidad, un centro de Juan Román Riquelme. Los 48.000 aficionados del Monumental enloquecieron al ver que ‘La Pulga’ abría la lata charrúa en un santiamén. Y cómo no, Jorge y Celia, los padres del joven astro blaugrana que seguían el encuentro desde la Platea San Martín del estadio bonaerense junto a dos de los tres hermanos de Leo, Marisol y Matías.Entonces llegó la sorpresa porque Messi se subió la camiseta y debajo apareció otra de color celeste en la que se podía leer claramente: ‘Te amo papi’. El blaugrana luchó para sostener la avalancha de compañeros que corrieron hasta él para festejar el 1-0 y así poder hacer visible la dedicatoria a su progenitor.“Leo me lo había prometido pero fue una sorpresa para todos”, explicaría después un orgulloso Jorge Messi. “No sabía que tenía una remera abajo de la camiseta”, confesó.Se trataba de una dedicatoria muy especial y de un gol muy especial. El del sábado es el primer tanto que consigue el hábil delantero barcelonista con la selección albiceleste en suelo argentino. Hasta entonces, Messi había jugado otros cinco encuentros en el Monumental: uno de las Eliminatorias para el Mundial 2006 y cuatro de las actuales para el Mundial de 2010. Sumaba 9 dianas en 32 internacionalidades con la ‘selección Mayor’, pero todas las había marcado en suelo extranjero.Para un delantero, el gol siempre es una asignatura pendiente cuando la suerte le es esquiva de cara a la portería rival. Cuando eso le sucede frente a su gente, el asunto se convierte casi en un desafío. El aficionado argentino tiene que seguir habitualmente las hazañas de Leo en los campos de Europa por televisión, y cuando puede disfrutar de su talento en directo, se desata la ‘messimanía’. De ahí que los 443 minutos de juego sobre el terreno de juego de la cancha de River Plate con el equipo del ‘Coco’ Basile le crearan, en cierta forma, una sensación de asignatura pendiente. En el Argentina-Uruguay la aprobó y con matrícula de honor al abrir el camino por la vía rápida en un duelo que, a priori, se presentaba muy complicado.“Fue muy duro. Ellos vinieron a hacer un partido trabado, a pegar, hicieron ese juego y nosotros tuvimos la pelota todo el tiempo y supimos jugarla”, explicó después Messi. El blaugrana valoraba la importancia de sumar los tres puntos “porque éste es un camino muy largo y tenemos que estar tranquilos. Necesitábamos una victoria y más como ésta”. El ‘Kun’ Agüero, el otro nuevo fenómeno del fútbol argentino, había dejado visto para sentencia el partido con el 2-0 a los trece minutos y aunque los argentinos tuvieron que remar mucho hasta el final, se hicieorn con tres puntos de oro en el camino para conseguir el pasaporte para el Mundial de Sudáfrica. Ahora, los jugadores de Basile tendrán que dar el siguiente paso en el estadio Nacional de Santiago de Chile, el próximo miércoles, frente a otro de los aspirantes a una plaza mundialista. Lionel volverá a ser titular el día antes del cuarto aniversario de su debut en Primera, el 16 de octubre de 2004 en un derby contra el Espanyol.